miércoles, 31 de agosto de 2016

Ensayos realizados por alumnas de 3° A, con la profesora Irma

DISCRIMINACIÓN Y PREJUICIOS

No es ninguna novedad que los seres humanos nos criticamos los unos a los otros. Lo hemos hecho desde hace siglos, y lo seguimos haciendo. Tal vez decimos alguna frase discriminando a una persona con aspecto extraño que vimos al pasar por la calle, o algún comentario leve sobre la forma tan rara que tiene de hablar nuestro vecino. Ya sea a conciencia o por accidente, todos juzgamos alguna vez a otra persona o tuvimos prejuicios contra ella. ¿O hay acaso alguien que jamás haya opinado sobre alguien sin conocerlo aún? ¿Que nunca haya hablado mal de nadie?
Desde la Antigüedad se ha estado practicando la discriminación. Esta tradición tan infame  ha sido transmitida de generación en generación, siendo ejercida en mayor o menor medida. Era algo totalmente habitual que las civilizaciones sintieran desprecio unas por otras tanto por el nivel social, nacionalidad, o religión de sus habitantes. Muchas veces los discriminados eran perseguidos, o incluso, expulsados, y frecuentemente eran privados de derechos que el resto de la gente “común” sí poseía. Todo esto no hacía otra cosa más que aumentar el dilema, ya que como respuesta a estas injusticias los discriminados injuriaban a sus discriminadores y normalmente intentaban rebelarse contra ellos.
Hoy aún, siglos después, esto sigue ocurriendo. Como dijo en sus años Martin Luther King: “Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces. Pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.” A pesar de que importantes empresas y medios televisivos modernos han intentado concientizar a la gente de que todos somos iguales por dentro y deberíamos tener el mismo trato y derechos, es evidente que no han tenido demasiado éxito. Se crean cientos de ONG y campañas, se dictan leyes a favor de la igualdad de los seres humanos, se realizan protestas e incluso se celebran desfiles (como en el caso del famoso “Pride Parade”, que tiene el objetivo de defender la cultura de los gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros). Desde pequeños se nos educa para intentar convertirnos en buenos ciudadanos, para que logremos aprender a ser gentiles con los demás más allá de su forma de ser. Pero contra todo pronóstico, los humanos continuamos con la rústica costumbre de criticarnos unos a otros.
Tanto revuelo ha ocasionado actualmente, que todo el asunto de la discriminación ha sido manifestado de diversas formas artísticas, en libros, películas o canciones. Si nos adentramos en el mundo de la literatura, podemos encontrar gran cantidad de obras que nos hablan sobre los prejuicios y las rivalidades. Una de ellas es, por ejemplo, “Los ojos del perro siberiano”, de Antonio Santa Ana. En esta breve pero cautivadora historia, podemos ver cómo nuestro protagonista pierde su amistad con uno de sus compañeros al contarle que su hermano Ezequiel padecía SIDA. En uno de los capítulos, se cuenta cómo este amigo actúa totalmente aterrado por la noticia, y pone distancia entre ambos inmediatamente.
Dicho todo esto, espero que cada uno pueda tener la oportunidad de plantearse y reflexionar sobre este tema que tantas discusiones ha ocasionado. Después de todo, ¿será posible que algún día lleguemos a estar en paz tanto con los demás como con nosotros mismos?

                                                                           Melina Echeverría

Racismo
El racismo es algo que existe desde hace ya demasiados años, sin embargo, varias personas han demostrado su opinión negativa ante este tipo de prejuicio. Hombres  como Martin Luther King lucharon para que las personas de color más oscuro de piel tengan los mismos derechos que cualquiera y, a pesar de que esto no haya sido nada fácil, lo pudieron obtener. Sin embargo, aunque todas las personas poseen los mismos derechos, no todas son tratadas por igual en la sociedad.
Donald Trump, actual candidato a la presidencia de los Estados Unidos, tuvo varias opiniones sobre este tema: “México nos envía a la gente que tiene muchos problemas, que trae drogas, que son criminales y violadores”. No solo dijo eso, sino que descalificó a las mujeres: “Las mujeres son gordas, cerdas, perras y animales desagradables”. En mi caso, me es difícil creer que una persona con tanto poder pueda descalificar a las personas por su color de piel, nacionalidad, sexo, etc.
Por un lado, estas declaraciones generan más violencia en la sociedad, ya que la gente, al escuchar esto, puede reaccionar mal generando problemas en distintos ámbitos, como en las escuelas, lugares públicos, en el trabajo, etc. Por otro lado, no podemos perder todo lo conseguido hasta hoy desde la lucha de diferentes defensores de la igualdad como Nelson Mandela.
¿Dejaremos que un hombre  sin escrúpulos nos diga cómo tenemos que tratar a las personas? ¿O que las personas tienen distintos valores, según su color de piel o nacionalidad? ¿Retrocederemos todo lo que hemos avanzado hasta el día de hoy? ¿Olvidaremos el trabajo de los líderes que dieron su vida por la igualdad?
En mi opinión, debemos concentrarnos en tener líderes o gobiernos que nos ayuden a mejorar. ¿No es eso lo que todos queremos? Además, el racismo es algo que solo puede generar más violencia como ya dijo Martin Luther King: “Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia”.
Hoy en día hay muchos prejuicios sociales. En Argentina se suele tratar a  la gente que roba como “negros villeros”, dando por hecho que todos los que viven en las villas son ladrones.
A mi parecer, estando en el siglo XXI y ya habiendo vivido tantos hechos significativos y terribles para la humanidad con respecto al racismo, como la Segunda Guerra Mundial, no debemos retroceder y entender que cada uno tiene sus características. Debemos dejar de lado los absurdos prejuicios y poder avanzar como seres humanos.
                                                                      Sofía Lichtenstein

martes, 23 de agosto de 2016

Felicitaciones Federico Sanio di Stéfano!!!!!
Obtuvo Mención de Honor en las Olimpíadas Ñandú!!!!!